La inflamación de las membranas que rodean al cerebro y a la médula espinal (las meninges), se define “Meningitis”. Las infecciones virales son la causa más frecuente de la meningitis, seguida de las infecciones bacterianas y, en raras ocasiones, las fúngicas. En algunos casos pueden ser no infecciosas, provocadas por reacciones químicas.
DATOS BÁSICOS
Nombre: Meningitis
Afección: Inflamación de las meninges (membranas que rodean el cerebro y la médula espinal)
Origen: Depende del tipo de infección. Generalmente viral o bacteriana.
Clasificación: Basada en la etiología, puede dividirse en viral, bacteriana, crónica, fúngicas y otras.
CLASIFICACIÓN
Meningitis viral
La meningitis viral o meningitis aséptica, es menos grave. Sus síntomas son similares a los de una gripe y es por eso que en ocasiones pasa desapercibida. Esta última variante es la que se da en la mayoría de los casos. Es la más frecuente y raramente mortal. En la mayoría de los casos es causada por un grupo de virus denominados “Enterovirus” y por el virus de la gripe o de la mononucleosis.
Meningitis Bacteriana
Las bacterias que ingresan en el
torrente sanguíneo y que viajan hasta el cerebro y la médula espinal pueden
causar meningitis bacteriana aguda, aunque esta afección también puede
manifestarse cuando las bacterias invaden directamente las meninges.
Hay varias cepas de bacterias que pueden provocar meningitis, pero las más comunes son:
▪ Streptococcus pneumoniae (neumococo): esta bacteria causa con mayor frecuencia neumonía, infecciones de oído o infecciones de los senos paranasales. Es importante destacar que existe una vacuna contra esta cepa de la bacteria que puede causar meningitis.
▪ Neisseria
meningitidis (meningococo): Por lo
general, causan infecciones en las vías respiratorias superiores, pero pueden provocar meningitis meningocócica
cuando ingresan en el torrente sanguíneo. Es una infección muy
contagiosa que afecta, principalmente, a adolescentes y adultos jóvenes.
También para la prevención de este tipo de infecciones hay una vacuna que está
incluida en el calendario de vacunación obligatorio.
▪ Haemophilus influenzae (hemófilo): Esta bacteria (el tipo B) la principal causa de meningitis bacteriana en niños. Sin embargo, las nuevas vacunas han reducido considerablemente la cantidad de casos de este tipo de meningitis.
▪ Listeria
monocytogenes (listeria): se pueden encontrar en quesos no
pasteurizados, hotdog y embutidos. Mujeres embarazadas, recién nacidos, adultos
mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados constituyen la
población más vulnerable. La listeria puede atravesar la barrera placentaria y
la infección en una etapa avanzada del embarazo puede ser mortal para el bebé.
Meningitis crónica
Es producida por organismos de crecimiento lento como los hongos y la Mycobacterium tuberculosis que invaden las membranas y el líquido que rodea el cerebro. Se manifiesta en el plazo de dos semanas o más.
Meningitis fúngica
Es el tipo menos frecuente y puede causar meningitis crónica. Es la única de todas las formas de presentación de las meningitis que no se contagia de una persona a otra.En los casos más graves puede ser potencialmente mortal si no se trata con un medicamento antifúngico.
La meningitis criptocócica es una forma fúngica frecuente de la enfermedad que afecta a las personas con deficiencias inmunitarias, como el sida.
CAUSAS
La principal causa de meningitis son las infecciones virales, en segundo lugar las bacterianes y, en raras ocasiones las infecciones fúngicas. Debido a que las infecciones bacterianas pueden ser potencialmente mortales, es imprescindible identificar la causa.
En algunos casos pueden ser no infecciosas, provocadas por reacciones químicas, alergias a ciertos medicamentos, algunos tipos de cáncer o por enfermedades inflamatorias como la sarcoidosis.
SÍNTOMAS
Los síntomas iniciales suelen ser similares a la gripe (influenza), que pueden manifestarse durante varias horas o días.
Los más comunes son:
▪ Rigidez en la nuca
▪ Fiebre alta
▪ Sensibilidad a la luz
▪ Confusión o dificultad para concentrarse.
▪ Dolores de cabeza
▪ Vómitos
▪ Convulsiones
▪ Somnolencia o dificultad para caminar
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de meningitis bacteriana se realiza analizando una muestra de líquido cefalorraquídeo (de la médula espinal). Dicha muestra se obtiene mediante una punción en la columna lumbar (punción lumbar).
Un laboratorio bioquímico analizará las muestras para ver el origen de la infección. Es importante conocer la causa específica de la meningitis para que los médicos realicen el tratamiento adecuado.
Además, se pueden pedir otras pruebas para confirmar como ecografía o tomografía axial computarizada que permitan determinar si existe un absceso responsable de la meningitis.
TRATAMIENTO
Las personas que sufren una meningitis viral generalmente se curan sin problemas.
En la meningitis bacteriana el tratamiento consiste en cuidados específicos y terapia intensa con antibióticos. Es imprescindible el diagnóstico precoz y rápida asistencia. En algunos casos la enfermedad evoluciona con gran fuerza o afecta a personas con el sistema inmune débil y pueden provocar desenlaces fatales.
PREVENCIÓN
La medida más eficiente contra las meningitis bacterianas es vacunarse. Asegúrate de que tú y tu hijo estén vacunados a tiempo.
Las bacterias o virus comunes que pueden causar meningitis se transmiten al toser, estornudar, besar o compartir utensilios para comer, un cepillo de dientes o un cigarrillo.
Estos pasos pueden ayudarte a prevenir la meningitis:
▪ Lávate las manos. El lavado cuidadoso de las manos ayuda a prevenir la propagación de los gérmenes. Enseña a los niños a lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de usar el baño, de pasar tiempo en un lugar público con mucha gente o de acariciar animales.
▪ Sigue las prácticas de higiene adecuadas. No compartas bebidas, alimentos, sorbetes, utensilios para comer, bálsamos o cepillos de dientes con nadie más.
▪ Mantente sano. Cuida tu sistema inmunitario, descansa lo suficiente, haz ejercicio regularmente y mantén una dieta saludable con muchas frutas frescas, verduras y granos integrales.
▪ Cubre tu boca. Cuando necesites toser o estornudar, asegúrate de cubrir tu boca y nariz.
▪ Si estás embarazada, ten cuidado con la comida. Reduce el riesgo de padecer listeriosis al cocinar la carne, inclusive las salchichas y los fiambres a aproximadamente 74 °C. Evita los quesos elaborados con leche sin pasteurizar. Elije quesos cuya etiqueta indique claramente que se fabricaron con leche pasteurizada.