¿Qué es la enfermedad celiaca?

La enfermedad celíaca (EC) es una alteración crónica a nivel de las vellosidades intestinales producidas por la la ingestión de gluten en individuos genéticamente predispuestos.
Las proteínas del gluten se hallan en los componentes del trigo, avena, cebada y centeno (TAAC).

La etiología de la EC es multifactorial, con una fuerte influencia genética. El propio organismo reacciona dañando al intestino delgado haciendo que las vellosidades que este tiene dejen de absorber los nutrientes de los alimentos.

Las personas que padecen esta enfermedad no siempre saben que la tienen porque no se sienten enfermas, o porque pueden presentar síntomas o signos diferentes a los clásicos que hacen sospechar EC, como un síndrome de mala absorción (pérdida de peso, hipoalbuminemia, etc). Algunos ejemplos de manifestaciones extraintestinales son: anemia, psoriasis, dermatitis.

¿Cómo se realiza el diagnóstico bioquímico?

Desde el laboratorio, los mejores marcadores serológicos utilizados para colaborar con el diagnóstico son: anticuerpos anti transglutaminasa IgA (atTGA) y anti péptidos deaminados de gliadina IgG (DPG) (sobre todo para valorar a los niños y a pacientes con deficiencia de IgA).

Dada la asociación de esta patología con el déficit de IgA, es necesario realizar la valoración de esta inmunoglobulina en suero, en conjunto con el resto de los marcadores.

En cuanto a la genética, el 95% de los pacientes con EC presentan el alelo de antígeno de histocompatibilidad (HLA) DQ2, y el 5% restante el HLA-DQ8. Estas moléculas confieren el 40% del riesgo genético, el resto se atribuye a moléculas no HLA.

La prevalencia del HLA DQ2/8 en familiares de celíacos es cercana al 70%.

¿Cómo se realiza el diagnóstico clínico confirmatorio?

La biopsia de intestino sigue siendo sin dudas la prueba estándar confirmatoria para el diagnostico de EC. Una vez confirmado el diagnóstico el paciente debe empezar una dieta libre de gluten (DLG).

Laboratorio de seguimiento en DLG

La cinética de desaparición de los anticuerpos varía desde el comienzo de la DLG y NO correlaciona con la recuperación de la integridad de la mucosa.

Los Ac anti gliadina IgG tardan en desaparecer entre 12 hasta los 18 meses posteriores. Por ende, no se recomienda usarlos para seguimiento.

Los Acs anti endomisio tardan 12 meses en desaparecer, por lo tanto tampoco son útiles.

Los Ac anti transglutaminasa desaparecen antes que los EMA, por lo cual son de utilidad para este monitoreo, especialmente en niños. La velocidad de desaparición de estos anticuerpos es variable.

Los Acs anti DPG IgA desaparecen antes que los anti transglutaminasa IgA.

En conclusión,  para monitorear la DLG, se recomienda pedir: Ac DPG IgA y atTG IgA.

Tener en cuenta que…

Al ser una enfermedad autoinmune, y si la persona tiene predisposición genética los síntomas pueden aparecer en cualquier momento de la vida.